De
acuerdo con la información que aporta la noticia objeto de mi análisis, puedo
inferir con toda seguridad, que la iniciativa de reforma presentada por el
Ejecutivo Federal aplicada al artículo 41 constitucional sobre las causas de
nulidad de una elección es por demás una falacia que suena a burla, dado que a
través de décadas en este país ha existido la compra de votos, en elecciones
nada transparentes. En cuanto al segundo punto que ocupa el contenido de esta
información (cualquier adquisición de promoción los medios de comunicación
fuera de lo previsto en la ley), debo decir que los medios de comunicación, de
todos es bien sabido, son manipulados de acuerdo a intereses personales con
tendencias político-partidistas.
Esto
como el resto de la reforma político-electoral es una muestra más de la
tendencia a retomar un camino que nos ha de llevar a un gobierno centralista,
no a facilitar el diálogo, consolidar la vida democrática, el equilibrio entre
poderes y la equidad de género, como asegura el presidente Enrique Peña Nieto.
Se podría hablar de equidad ciudadana, y por ende democracia, siempre y cuando
esta reforma fuera aprobada por un cierto porcentaje general de votos del
pueblo mexicano; “Toda ley no ratificada en persona por el pueblo es nula; no
es una ley” (Rousseau, 1975: 125)
Ante
lo citado anteriormente opino que la causa de nulidad en las elecciones debía
ser a falta de legalidad (que además viola uno de los principios rectores del
Instituto Federal Electoral) y democracia con la que se llevan a cabo las
elecciones.
Noticia tomada de https://twitter.com/AristeguiOnline ; owl.li/tbsOu ;
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